El museo Fray Pedro Bedón se encuentra ubicado en el convento de Santo Domingo, hogar de los padres dominicos. Este convento fue fundado en 1541 y se lo considera el segundo más antiguo en Quito. Como un antecedente histórico, este convento sirvió de cuartel durante la Revolución Liberal. El museo está dividido en tres salas que conjugan el arte de esta época y piezas claves de la cultura ecuatoriana actual.
En la primera sala podemos encontrar los inicios del convento, entre las esculturas más relevantes están las de sus fundadores: San Francisco y Santo Domingo. El artista Francisco de Albán realizó estas esculturas usando la técnica del encolado y la cabeza y pies de cerámica brillosa. En esta sala también encontramos uno de los trabajos de Bernardo de Legarda(famoso escultor de la Escuela Quiteña), de Santo Domingo de Guzmán. La mayoría de las obras que aquí encontramos pertenecen al siglo XVIII.
En la segunda sala encontramos obras del siglo anterior, XVII que su característica principal es el sincretismo, no solo de las culturas europeas e indígena sino también de las árabes. Las esculturas son hechas en madera policromada, ojos de vidrio y tienen una capa de pan de oro como la de San Pedro Mártir. Existe una transición al siglo XIX, donde podemos ver un declive de la Escuela Quiteña por motivos económicos y de importancia ya que la independencia acaparó todos los recursos.
Por último en la tercera sala es un homenaje al Fray Pedro Bedón, pintor y fundador del convento. Sus obras más importantes: los Libros Corales (1688) que tienen una decoración vegetal y pasta de cuero. También en esta sala están los cuadros de Miguel de Santiago: La Trinidad, y la afamada Virgen de Legarda, La virgen símbolo de Quito.
Aparte de estas salas tenemos el refectorio donde los sacerdotes comían, el lugar es bien decorado con artesonados y pan de oro. Aquí están algunas pinturas de religiosos y Jesús para saciar el espíritu. También hay un pulpito para leer la biblia y sillería del siglo XVI. En los corredores encontramos algunas pinturas de las cuales se destaca “Jesús obrero” que representa la unión de las regiones.
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